1 de cada 3 personas mayores de 65 años sufren, al menos, una caída o accidente doméstico al año. Y algunas, las más graves, pueden tener importantes consecuencias para la salud. La prevención es clave y sobre todo, la adaptación de nuestra vivienda para que, con pequeños cambios, la convirtamos en un espacio lo más seguro posible.
Según el último del Observatorio Social de la Caixa, el 20% de las personas mayores de 65 años en España vive en hogares con problemas de habitabilidad como mala accesibilidad, falta de calefacción o elementos de seguridad.
Te damos a algunos consejos para adaptar la vivienda a las necesidades de movimiento a medida que envejecemos y poder evitar riesgos:
- Interruptores: Se deben trasladar de sitio o adaptarlos a la altura necesaria. Si hace falta, por ejemplo en un pasillo muy largo, se debería colocar uno a media distancia y sobre todo, contar con un interruptor de luz en la cabecera de la cama.
- Enchufes: Sería conveniente que estuvieran a la misma altura que los interruptores y no junto al rodapié para evitar tener que agacharse. Si es posible, evitar alargadores porque así no habrá cables por el suelo con los que poder tropezar.
- Suelos: Debe ser una superficie lisa, antideslizante y si es posible, evitando al máximo el cambio de alturas. Si para salir al balcón o terraza, hay que sortear una gran altura, es recomendable instalar alguna sujeción para poder agarrarse.
- Puertas: Si se necesita silla de ruedas, la anchura de las puertas tienen que ser mayor, de unos 110 cm y de dos hojas.
- Baño: Sistemas antideslizantes en el bañera (lo ideal sería cambiarla por un plato de ducha). Barras asideras en la pared para sujetarse al entrar a la ducha o para moverse con libertad en el wc. Elevador para la taza del retrete; grifos de doble de vía y mono- mando para garantizar un mejor manejo.
- Asientos: Los más adecuados son las sillas o sillones con apoyabrazos y no muy bajos porque dificultan mucho la acción de levantarse.
- Dormitorio: No orientar la cama hacia la ventana porque la luz de la mañana puede deslumbrar y desorientar; la altura mínima que se recomienda es de 45 centímetros y tener la mesilla lo más estable posible. Si es necesario, se debe instalar una cama adaptada o articulada.
Desde REYARDID te podemos ayudar en todo lo que necesites para adaptar tu vivienda según tus necesidades para mejorar la calidad de vida. Confía en nosotros para seguir disfrutando de tu hogar.