En estas últimas décadas estamos asistiendo a un cambio relevante en los nuevos modelos de Salud Mental, la necesidad en evaluar e intervenir con las personas que están pasando por un trastorno mental, en sus contextos de desarrollo. Lo que nos da mucha más información y un diagnóstico más adecuado, además de una mayor capacidad de intervención.
Cómo influyen las terapias de tercera generación
Lo que se llaman las terapias de tercera generación que incluyen a los contextos como evaluación y tratamiento.
Dentro del desarrollo de una persona, la familia o las relaciones primarias de esta persona, van a marcar gran parte de su estructura mental interna, con la que va a tener que desenvolverse posteriormente.
Las familias van vinculándose a los contextos externo en los que conviven, conforme sus características personales, como grupo, con la influencia su historia. Esto va configurando las opciones de conexión con el exterior.
Si una familia está más vulnerable, debido a que las personas que lo componen están más frágiles, o están pasando por alguna situación estresante, traumática, etc., la conexión con el exterior puede perder fluidez. Todo ello genera que las fronteras se vuelvan más impermeables y los miembros de esta familia pierdan oportunidades de desarrollo con el exterior.
Si esta desconexión permanece y es estricta, las personas en desarrollo van a tener muy complicado conectar con el exterior de una forma eficaz, ya que van a asumir una desconfianza hacía los demás y una serie de ideas que le van a dificultar ser funcional en sociedad, provocando situaciones de aislamiento o de pérdida de referencia en el grupo de iguales, tan importante y necesario en las edades de formación de la identidad.
Importancia de la familia para la salud mental en la adolescencia
A partir de la adolescencia, esta situación puede eclosionar en algunas manifestaciones sintomáticas, más o menos graves, que pueden cursar hacia un pobre desarrollo de la persona y una serie de síntomas que mantienen a la persona en un aislamiento, cada vez más agravado y severo.
Con lo que es una oportunidad poder entender el desarrollo de cada miembro de la familia y su historia, para encuadrar de una manera más integral la intervención adecuada.
La terapia familiar sistémica pone el foco en estos procesos para lograr de hacer una evaluación con una mayor perspectiva y poder trabajar las dinámicas familiares y su influencia en los miembros más afectados.
