Voluntariado corporativo son dos palabras que no dejamos de escuchar últimamente y es que cada vez son más las empresas que deciden difundir entre sus trabajadores la opción libre y desinteresada de dedicar parte de su tiempo y esfuerzo a colaborar con entidades sin ánimo de lucro y contribuir a mejorar diversos aspectos de nuestro entorno.
Muchas organizaciones están desarrollando planes de voluntariado corporativo con el objetivo de que las empresas y sus trabajadores promuevan y participen en sus proyectos aplicando sus conocimientos, aptitudes y experiencia de forma libre y, por supuesto, voluntaria.
Así, la Fundación Rey Ardid ya ha puesto en marcha un plan de voluntariado corporativo con diversos proyectos a la vista para que empleados de diversas empresas aragonesas conozcan su labor y puedan involucrarse en la actividad de la entidad a través de sus diferentes áreas. La más inmediata es la próxima Andada Solidaria Deja Huella, evento multitudinario que necesita la máxima colaboración posible.
Por supuesto este voluntariado corporativo tiene un retorno positivo para la empresa ya que puede integrarse como parte de su estrategia de Responsabilidad Social Corporativa y además tiene un efecto directo en la relación con los trabajadores: afianza el sentimiento de orgullo y pertenencia a la organización, consolida su compromiso, mejora la comunicación interna y acerca la empresa a los trabajadores, humaniza a la organización, mejorando su imagen y percepción, entre muchas otras ventajas.
También es cierto que existen riesgos y esto hace que el voluntariado corporativo deba plantearse y desarrollarse correctamente. Proponer desde la empresa una dedicación extra a proyectos ajenos en el tiempo libre no siempre es fácil.
De ahí la necesidad de que sean expertos quienes elaboren estos planes y supervisen su desarrollo y aplicación para que todas las partes salgan ganando y puedan así cumplir con el fin último, mejorar la sociedad.