Rompiendo el tabú del cuidado de la salud mental
La salud mental: un componente esencial del bienestar integral de las personas
La Organización Mundial de la Salud define la salud mental como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de forma productiva y contribuir a su comunidad. Bajo esta perspectiva, la intervención psicológica no se limita al tratamiento de los problemas de salud mental, sino que abarca también la prevención, el acompañamiento en procesos vitales complejos y la promoción de recursos personales.
Romper el mito: ir a terapia es normal
Buscar apoyo psicológico es una forma de autocuidado. No tienes que esperar a “tocar fondo” para pedir ayuda.
Así como vamos al médico por una revisión general o al gimnasio para cuidar el cuerpo, la terapia es una forma de cuidar la mente. No hay que esperar a “estar mal” para acudir a un psicólogo. Prevenir, explorar, sanar y crecer también son motivos válidos y necesarios.
Cada vez más personas están abriendo conversaciones honestas sobre salud mental. Las redes sociales, campañas públicas y testimonios de figuras públicas han ayudado a normalizar la idea de que ir al psicólogo no es un lujo, sino una herramienta de bienestar.
Hablar de salud mental es hablar de calidad de vida. Y aunque el camino para romper el tabú aún es largo, cada vez que alguien decide pedir ayuda, se da un paso más hacia una sociedad más empática y consciente.
La resistencia a acudir al psicólogo no solo proviene del estigma social, sino también de factores individuales como el miedo a enfrentarse al propio mundo interno, el desconocimiento del rol del terapeuta o expectativas distorsionadas sobre el proceso terapéutico.
Los profesionales de la salud mental tenemos la responsabilidad de psicoeducar, divulgar información basada en evidencia y ofrecer espacios terapéuticos seguros, éticos y no patologizantes. Al mismo tiempo, como sociedad, debemos avanzar hacia una cultura del cuidado emocional, en la que pedir ayuda no sea visto como un fracaso, sino como un signo de responsabilidad personal.
¿Cuándo se debe pedir ayuda psicológica?
A pesar de los avances en la concientización sobre la salud mental, muchas personas aún dudan en acudir al profesional por miedo al estigma o por pensar que “no es tan grave”. La realidad es que todos, en algún momento, podemos beneficiarnos.
Pero, ¿cuándo es el momento adecuado para buscar ayuda psicológica?
1. Cuando tus emociones te desbordan
Todos sentimos tristeza, ansiedad o enojo en diferentes momentos. Sin embargo, si estas emociones se vuelven constantes, intensas o incontrolables al punto de interferir con tu vida diaria, es momento de acudir a un profesional.
2. Dificultades en las relaciones personales
Los conflictos frecuentes con la pareja, la familia, los amigos o los compañeros de trabajo pueden ser una señal de que algo no va bien. Un psicólogo puede ayudarte a mejorar tus habilidades comunicativas, establecer límites saludables y entender patrones de comportamiento que quizás estés repitiendo sin darte cuenta.
3. Falta de autoestima o inseguridad personal
Muchas personas viven con una voz interna crítica que les impide reconocerse, valorarse o tomar decisiones con seguridad. La terapia es un espacio seguro para trabajar la autoestima, conocerse en profundidad y aprender a tratarse con más compasión y respeto.
¿Te sientes identificado con algún síntoma?
No estás solo, en Rey Ardid podemos acompañarte con profesionales para mejorar tu bienestar.
4. Duelos no resueltos o pérdidas significativas
La pérdida de un ser querido, una ruptura amorosa o incluso la pérdida de una etapa vital (como la jubilación o el fin de una etapa educativa) pueden provocar duelos complicados. El psicólogo puede ayudarte a elaborar el duelo, validar tus emociones y acompañarte en el proceso de reconstrucción personal.
5. Cuando tu vida diaria se ve afectada
¿Te cuesta trabajo concentrarte? ¿Te has alejado de tus amigos? ¿Tu rendimiento laboral o escolar ha disminuido? ¿Te cuesta salir de la cama? Cuando tu rutina y tu funcionalidad empiezan a verse comprometidas, es una señal clara de que algo no está bien y merece atención.
6. Si tienes pensamientos negativos
Pensamientos como “no valgo nada”, “soy una carga”, “sería mejor no estar aquí” o deseos de hacerse daño a uno mismo son señales de alarma que no deben ignorarse.
7. Crecimiento personal y autoconocimiento
La terapia no es solo para “crisis”. También puede ayudarte a crecer, conocerte, entender patrones de comportamiento y mejorar tus relaciones.
La terapia psicológica es una herramienta potente y eficaz para abordar el sufrimiento humano, promover el bienestar y favorecer procesos de cambio. No es necesario “tocar fondo” para iniciar un proceso psicoterapéutico; a veces, basta con la sensación de que algo no va bien, de que necesitamos comprendernos mejor o acompañamiento en un momento difícil.