Desde que se fundó en 1991, la Fundación Rey Ardid ha desarrollado actividades de atención, cuidado e integración de personas vulnerables. Ha generado programas y entornos que promueven la autonomía personal e impulsan el desarrollo local y regional prestando servicios eficientes y necesarios.
La Fundación se ha adaptado al ritmo de los tiempos y las necesidades de las personas, comenzando como una Organización No Lucrativa del sector de la salud mental, para actualmente ampliar y diversificar sus actividades según las necesidades y las carencias que se han ido presentando.
La Fundación ha crecido, formando un grupo de entidades y siendo hoy en día de una relevancia considerable. Para complementar y coordinar nuestras actividades, los patronatos de las fundaciones que componen el grupo, acordamos un modelo organizativo y elaboramos un Código Ético que recoge los principios que inspiraron nuestros comienzos y que queremos que sigan rigiendo su funcionamiento actual y futuro.
Este código es una declaración voluntaria, que rige las reglas de conducta y relación profesional que el Grupo Rey Ardid mantiene con sus grupos de interés. Es decir, todos aquellos colectivos que tienen un interés legítimo en la organización, como plantilla, usuarios, miembros del patronato, donantes, proveedores, otras entidades…