En sectores como la hostelería o la sanidad, donde los empleados utilizan uniforme, es fundamental contar con un servicio de lavandería eficiente. Aunque algunas empresas prefieren disponer de una lavandería interna, el presupuesto para el equipo, la mano de obra y el mantenimiento puede ser costoso. Por ello, muchas compañías optan por utilizar servicios de lavandería externa.
En este artículo, te contamos los pros y los contras que ofrecen las lavanderías internas y externas, para que elijas la opción que mejor se adapte a tus necesidades.
¿En qué consiste una lavandería industrial?
En primer lugar, vamos a ver qué hace exactamente un servicio de lavandería industrial, ya sea interno o externo.
Una lavandería industrial es una instalación especializada en el lavado, secado, planchado y, en muchos casos, empaquetado de grandes volúmenes de ropa y textiles. A diferencia de una lavandería de autoservicio, estas instalaciones están preparadas para dar servicio a sectores que requieren un gran volumen de trabajo, como veremos más adelante.
Para ello, las lavanderías industriales utilizan lavadoras de gran capacidad, productos específicos para cada tipo de prenda o mancha, y maquinaria de secado y planchado que reduce significativamente los tiempos. Aunque gran parte del proceso está automatizado, es necesaria mano de obra especializada en este servicio para garantizar la eficiencia, la higiene y la conservación de los tejidos.
Así, una empresa de lavandería industrial limpia grandes cantidades de ropa siguiendo criterios profesionales, sostenibles y adaptados a la normativa.
Negocios donde se necesita un servicio de lavandería
Hoteles
Tradicionalmente, muchas empresas del sector de la hostelería utilizaban lavandería interna considerando la comodidad de gestionar este servicio dentro del propio hotel.
Sin embargo, hacerlo de esta forma implica una alta inversión en personal, máquinas de lavandería industrial y productos químicos, así como un elevado consumo de agua y energía. Todo ello eleva considerablemente el coste de gestionar una lavandería de manera interna, por lo que muchos hosteleros optan por el servicio de lavandería externa.
Asimismo, al contratar una lavandería para hoteles, estos tienen mayor capacidad de ajustar la demanda a la fluctuación de clientes, ya que a diferencia del sector sanitario, en el que los pacientes son atendidos de forma continua y las 24 horas del día, los hoteles sufren las consecuencias de la estacionalidad en un mercado muy competitivo.
Restauración
Los restaurantes y la industria de los servicios de alimentación como los catering también requieren un servicio de lavandería, dado que además de los uniformes de sus empleados también necesitan limpiar las mantelerías y servilletas de un número importante de mesas y comensales.
En este sentido, existen varios factores que deben valorarse antes de decidir si externalizar o no el servicio de limpieza, como el tamaño y tipo de restaurante, así como el presupuesto disponible.
Sanidad, hospitales y residencias
Por su parte, los hospitales y residencias generan grandes volúmenes de ropa y textiles que necesitan lavarse, desde la ropa de cama de los pacientes hasta las batas de laboratorio y los uniformes del personal.
Es indudable que en sanidad hay una gran demanda de ropa blanca fresca a diario, ya que no hay días libres cuando se trata de personas que se lesionan o enferman.
Aunque algunos hospitales optan por internalizar la lavandería para garantizar el control total de la limpieza, otros muchos prefieren externalizar el servicio, dado que una lavandería externa cumple igualmente con todas las normativas gubernamentales y procedimientos sanitarios.
Ropa laboral
Por último, son muchas las empresas industriales, logísticas y del sector servicios que
necesitan un servicio de lavandería industrial para mantener limpios los uniformes de sus
empleados. Dichos uniformes, que a menudo están expuestos a suciedad, grasa, productos
químicos o agentes biológicos, requieren procesos de limpieza específicos que garanticen su
higiene, durabilidad y aspecto profesional.
Al igual que ocurre en otros casos, externalizar la lavandería de ropa laboral permite a las
empresas centrarse en su actividad principal y evitar la inversión en maquinaria y personal
especializado. Asimismo, asegura que la ropa laboral cumpla con los estándares normativos
del sector, especialmente en industrias reguladas como la alimentaria, la farmacéutica o la
química.
Internalizar o externalizar el servicio de lavandería
Pero entonces, ¿qué es mejor: internalizar o externalizar el servicio de lavandería de un negocio? A continuación, vamos a ver los beneficios y las desventajas de tomar una decisión u otra:
Ventajas de externalizar los servicios de lavandería
- Coste y eficiencia energética: Las lavanderías industriales suponen un ahorro de costes muy significativo para las empresas, como todos aquellos relacionados con el mantenimiento, la reparación y sustitución periódica de los equipos, la gestión y formación del personal, etc. Igualmente, permiten un mayor ahorro de energía y agua.
Además, cuentan con maquinaria especializada que aumenta la eficiencia energética y les permite ofrecer precios más competitivos, gracias también a su gran volumen de servicio y su alta especialización.
- Ahorro de espacio: Contar con una lavandería interna requiere de un espacio específico en el propio establecimiento, algo que no siempre es posible.
Al externalizar este servicio, no tendrás que correr con los gastos de mantener las instalaciones, comprar las máquinas de lavandería industrial, contratar y formar al personal, etc. Asimismo, liberarás metros cuadrados que podrás destinar a otras áreas del negocio.
- Flexibilidad operativa: Una de las grandes ventajas de externalizar los servicios de lavandería es la capacidad de adaptación a la demanda real de cada momento. Así, las empresas pueden aumentar o reducir el volumen de ropa a lavar sin necesidad de reorganizar personal o adquirir más maquinaria.
Esta flexibilidad es especialmente necesaria en sectores con picos de trabajo estacionales, como los hoteles y restaurantes en temporada alta o los servicios de catering.
- Control de calidad y cumplimiento normativo: Ya hemos avanzado que las lavanderías industriales llevan a cabo una serie de procesos estandarizados que aseguran una limpieza eficaz y una desinfección adecuada para cada tipo de tejido.
Además, deben cumplir con una serie de requisitos normativos y contar con certificaciones específicas que garantizan el cumplimiento de normativas sanitarias y medioambientales.
Entonces, ¿por qué no montar tu propia lavandería interna?
Si bien es cierto que gestionar una lavandería de forma interna permite tener un control directo sobre la limpieza, los tiempos de entrega y la supervisión del personal, esta alternativa implica algunos inconvenientes.
En primer lugar, la empresa deberá asumir todos los gastos relacionados con el consumo de agua, electricidad, gas y productos químicos, además del mantenimiento y sustitución de la maquinaria cuando sea necesario. Estos gastos, sumados a la inversión inicial en equipos y personal, suponen una carga económica muy elevada que hace que internalizar el servicio sea poco rentable para la mayoría de empresas.
Por otro lado, también hace falta contar con un espacio suficiente para albergar las instalaciones, ocupando una zona que podría destinarse a fines más productivos, como ampliar áreas de atención al cliente, aumentar el almacén o mejorar las áreas operativas del negocio.
Asimismo, antes de decidir si gestionar la lavandería de forma interna es conveniente para tu negocio, debes conocer todos los factores a tener en cuenta para hacerlo, como son:
- Análisis de necesidades: Considera el volumen diario o semanal de ropa que deberás lavar, el tipo de textiles (uniformes, ropa de cama, mantelería, etc.) y la frecuencia de uso. De esta manera, podrás saber qué tamaño de lavandería necesitas.
- Selección de maquinaria: Deberás adquirir lavadoras, secadoras, plegadoras y otros equipos industriales en función del tipo y cantidad de ropa.
- Espacio físico disponible: La lavandería requerirá de una zona amplia y bien ventilada, con suficiente espacio para las máquinas, zonas de carga y descarga, clasificación, almacenamiento y circulación del personal.
- Infraestructura técnica: Hará falta adaptar las instalaciones con sistemas de fontanería adecuados, salidas de vapor, ventilación industrial, desagües y suelos antideslizantes y resistentes a la humedad.
- Costes operativos y de mantenimiento: Haz un cálculo de los gastos de agua, electricidad, productos químicos, personal cualificado y mantenimiento técnico periódico.
- Cumplimiento normativo: Debes asegurarte de que la lavandería cumpla con la normativa vigente en materia de seguridad, higiene, tratamiento de residuos y consumo energético.
- Plan de formación y gestión: El personal que trabaje en la lavandería necesitará formación específica para el manejo de la maquinaria y la aplicación de protocolos de limpieza y desinfección. También deberás implementar controles de calidad internos.
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