Terapia con Robots, la tecnología al servicio de los mayores.
Carmen y Remedios son dos amigas muy especiales que cada martes desde hace 6 meses visitan la Residencia de Mayores de Juslibol con una misión muy importante.
Terapia con Robots, la tecnología al servicio de los mayores
Carmen y Remedios son dos amigas muy especiales que cada martes desde hace 6 meses visitan la Residencia de Mayores de Juslibol con el objetivo de ayudar a Chelo, a Carmen y a otros usuarios del centro a mejorar sus capacidades comunicativas, sensoriales, perceptivas, emocionales y sociales. Durante una hora y media les dan de comer, les enseñan a emitir sonidos, les duermen, juegan, interactúan… y pasan un rato muy entretenido y positivo.
Lo más curioso de todo es que Carmen y Remedios ¡son dos dinosaurios robots! Y Peter Hicks, su dueño, los trae cargados y programados cada semana de forma voluntaria para trabajar con los residentes de Juslibol algunas de sus capacidades y mejorar su bienestar.
Terapia ocupacional con Robots
Tal y como nos explica Yovana Gómez, terapeuta ocupacional de la Residencia de Mayores de Juslibol, “la interacción con estos robots tiene muchos efectos positivos en los usuarios que realizan la terapia cada semana, solamente al entrar a la sala y ver a estos pequeños animalitos, que parecen casi reales, les hacen sonreír y mejoran su estado de ánimo”.
Y es que la terapia con estos dinosaurios, explica Yovana, pone en funcionamiento de inmediato la capacidad cognitiva de los usuarios mejorando su atención, el procesamiento de la información, la percepción y la comprensión. Además, gracias a esta nueva forma de estimulación se trabajan aspectos a nivel emocional, algunas disfunciones asociadas a la edad, se mejoran aspectos sensoriales, capacidades comunicativas, sociales, y de lenguaje, ya que no solamente interactúan el usuario y su dinosaurio, sino también entre los participantes de la terapia que se cuentan lo que hace cada uno de sus pequeños compañeros.
Peter Hicks es el cuidador oficial y propietario de estos dos pequeños robots. La idea de utilizarlos para terapia con personas mayores, personas con alguna discapacidad cognitiva, o incluso niños con diversos trastornos psicológicos, surgió a raíz de su propia experiencia. Peter fue voluntario de una asociación que realiza terapias con perros y se dio cuenta de que en muchos casos, por motivos de higiene, de accesos o cierta reticencia de los usuarios, a veces no era todo lo efectiva que podría ser. Así que gracias a sus conocimientos de robótica, adquiridos durante su trayectoria profesional como miembro de la aviación de las Fuerzas Armadas Americanas, se le ocurrió probar una terapia similar a la que realizaban con los animales, con robots programados para realizar diversas funciones de manera autónoma y ver las reacciones que los mayores tenían a estas máquinas.
Hasta el momento, el resultado ha sido muy positivo y Peter continúa buscando opciones para poder desarrollar estas terapias a mayor escala y poder así ayudar a más colectivos.