Con motivo del Día del Cuidador hacemos un breve repaso a las características que debe tener un buen cuidador y aprovechamos para agradecer su gran trabajo y esfuerzo.
El cuidador es una figura clave en la Fundación Rey Ardid. Tanto en sus centros de mayores como su servicio de atención a domicilio la calidad y profesionalidad de los cuidadores son primordiales para atender de la mejor manera posible a las personas que más nos importan.
Y es que a menudo tendemos a pensar que cualquier persona puede cuidar bien de nuestros mayores, pero la realidad es que no es una tarea fácil y hay una serie de cualidades que se tornan esenciales a la hora de desempeñar esta importante labor. Aquí te contamos las más relevantes:
- Formación: Cada persona mayor es diferente y tiene una serie de necesidades. Un cuidador que haya realizado una formación específica, estará preparado para identificarlas y encargarse de ellas. Además, es muy habitual que el anciano tenga alguna enfermedad o problema de salud, por lo que conocer la patología puede mejorar mucho los cuidados.
- Buena organización: La rutina y el orden son fundamentales. Es habitual tener que administrar diferentes medicamentos o realizar tareas que conlleven una serie de pautas estrictas.
- Experiencia: Este es uno de los aspectos más valorados, ya que cuanto más tiempo haya trabajado con mayores, mejor podrá desenvolverse el cuidador.
- Forma física: Cuidar a un mayor, especialmente cuando tiene problemas de movilidad, implica tener que levantarla y acostarla, bañarla, cambiarla de postura… Además de la experiencia, un cuidador debe que tener la suficiente fuerza física como para poder hacerlo.
- Actitud: Una de las claves es la personalidad. Ser dulce, comunicativo, tener empatía o motivación son aspectos impagables y que marcan la diferencia. Además, una buena dosis de optimismo puede mejorar sustancialmente la calidad de vida del anciano.
- Honestidad: Es fundamental que los familiares confíen en el cuidador y que lo perciban como a alguien responsable y honesto a la que confiarle a una persona tan importante.
- Vocación: Las cualidades citadas anteriormente son fundamentales, pero la vocación lo es aún más. Cuidar de un mayor exige una gran dedicación para la que hay que estar muy motivado.