El ser humano y la música
Gracias a la música se pueden expresar diferentes sensaciones, ideas, pensamientos o sentimientos. Nos ayuda a expresarnos física y emocionalmente prácticamente con los primeros acordes de una melodía.
Es por ello que la música se convierte en un elemento de vital importancia para las personas no sólo por su belleza, sino también como medio a partir del cual, el ser humano se puede comunicar con otros y también consigo mismo.
Todas las culturas desde las primeras civilizaciones hasta la actualidad han creado música.
El ser humano se relaciona con ésta desde el principio hasta el final de la vida: Nanas en las primeras etapas, canciones infantiles en los años de escolarización, el fenómeno fan en la adolescencia, conciertos, verbenas, actuaciones, fiestas y celebraciones.
Casi todos los grandes momentos de nuestra propia historia están ligados a la música. Todos tenemos nuestra propia banda sonora vital compuesta por canciones y melodías que se convertirán en nuestra vejez en facilitadoras de recuerdos.
¿Qué es la musicoterapia?
Según la Federación Mundial de Musicoterapia – World Federation for Music Therapy, WFMT, 1996 la musicoterapia es la utilización por parte de un musicoterapeuta profesional de elementos musicales como, sonido, ritmo, melodía y armonía para promover y facilitar la comunicación, interacción, aprendizaje, expresión o movilidad de pacientes que tienen la necesidad de restaurar estas funciones físicas y emocionales a causa de los efectos de dolencias relacionadas con el deterioro cognitivo que puedan padecer.
Esto se consigue través de un programa de musicoterapia diseñado específicamente para potenciar la mejora de la relación intrapersonal, con uno mismo, e interpersonal, con los demás.
Estos elementos se convierten en los pilares de una mejor calidad de vida del paciente formando parte de su rutina de rehabilitación y tratamiento global.
El uso de la musicoterapia a nivel preventivo facilitará el alcance de los objetivos terapéuticos anteriormente descritos, ya que, desde una fase muy inicial, contribuirá a mejorar de forma sustancial la salud emocional de las personas con enfermedad de Alzheimer, demencia u otro tipo de deterioro cognitivo.
Beneficios de la musicoterapia en la tercera edad
La música comienza, cuando las palabras acaban.
La música puede ser utilizada como actividad recreativa o como actividad terapéutica, siendo efectiva en las personas mayores por los siguientes motivos:
- Llega a cualquier persona independientemente de sus capacidades, ya que también puede ser una actividad pasiva.
- Proporciona una vía para llegar a nuestros recuerdos.
- Incita al movimiento y como consecuencia, ayuda a mejorar el estado físico de la persona.
- Refuerza la comunicación entre el cuidador y la persona mayor.
- Favorece la socialización y las actividades grupales.
- En personas con demencias en estadíos avanzados, disminuye conductas disruptivas como la agitación y reduce la deambulación y el vagabundeo.
- Aumenta la capacidad de atención y de otras capacidades mentales, al focalizar las mismas en una actividad previamente diseñada por un profesional.
- Ayuda a mejorar la autoestima y la creatividad.
- Mejora el ánimo y potencia los estados de alegría y bienestar.
- Invita a expresar las emociones y sentimientos más escondidos.
La música, además, de ser un recurso para cambiar la conducta de las personas, ofrece una base para las actividades sociales y motiva al individuo a interactuar estimulando la comunicación verbal y no verbal
Douglas, 1981
El caso de Mercedes y la musicoterapia
Mercedes es una señora de 80 años, que fue diagnosticada de Alzheimer hace ya más de 12 años.
Es una mujer muy alegre y sonriente. Casi siempre viste con vaqueros y prendas estampadas.
Su esposo, principal cuidador, sigue pintándole las uñas y maquillándole el rostro con algo de color cada mañana. Así es como a ella le gusta que la cuiden.
No recuerdo verle una cara seria desde que la conocí, hace ya más de un año, cuando llegó a uno de nuestros centros de día de Fundación Rey Ardid.
Hace ya tiempo que el Alzheimer se llevó por delante muchos recuerdos y su capacidad para comunicarse a través del lenguaje oral. Con lo que la enfermedad no ha podido, es con las ganas de dar palmas, sonreír y cantar de Mercedes.
Para ella la música es uno de los estímulos sensoriales y emocionales más potentes.
Su familia compartió con nosotras esta valiosa información y, gracias a ella, hemos conseguido que mantenga una buena movilidad corporal.
Además, ha sido capaz por sí sola, de volver a decir algunas palabras. Especialmente cuando suena la canción “Sierra de Luna” de Francisco de Val, popularmente conocida como “El Ebro guarda silencio…”.
El caso de Mercedes no es ni mucho menos el único.
Los profesionales que utilizamos la música como recurso de estimulación podemos dar buena cuenta de la respuesta tan positiva que se puede obtener a través de ella en personas con enfermedad de Alzheimer.
“ Si la memoria falla, la música te hará recordar ”
Andrea Pabán. Terapeuta Ocupacional. Fundación Rey Ardid.