Qué debes saber sobre la tensión arterial

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Es habitual escuchar hablar sobre la tensión alta, baja, pero ¿sabemos realmente qué quiere decir y qué es lo que le afecta?

En primer lugar, queremos recordar que la tensión arterial es la presión con la que la sangre circula a través de los vasos sanguíneos que componen nuestro sistema circulatorio con el objetivo de transportar oxígeno y nutrientes por todo el organismo. Es la fuerza que la sangre ejerce sobre las arterias y se distinguen dos tipos: la presión sistólica, la más alta, que se produce cuando el corazón bombea sangre a las arterias y la presión diastólica, más baja, entre un latido y otro del corazón.

La tensión varía dependiendo del momento del día, de nuestra actividad física o de nuestro estado de salud.

Normalmente sube en determinados momentos o situaciones:

  • Por la mañana, cuando nos despertamos, al recuperar la actividad, la presión aumenta levemente.
  • En situaciones de estrés o alteración, de miedo y de preocupación, se genera adrenalina y esto hace que suba la tensión arterial incluso hasta un 50% por encima de lo normal.
  • Durante la práctica de ejercicio, ya que los músculos necesitan más cantidad de oxígeno.
  • En las comidas aumenta la presión arterial con el fin de ayudar a digerir y metabolizar los alimentos fácilmente.

Puede variar al cambiar de postura, al incorporarnos después de estar tumbados o si hace mucho calor. A veces se sienten mareos en estos casos motivados normalmente por un descenso de la tensión. Durante el primer trimestre del embarazo la tensión suele descender, llegando a su mínimo el segundo trimestre y volviendo a su estado normal en la última etapa.

Por el contrario la presión disminuye en momentos de relax, al dormir y mientras el cuerpo hace la digestión.

La edad de cada persona y su peso, así como sus hábitos alimenticios o consumo de tabaco y alcohol son también determinantes en la tensión arterial. Así, a mayor edad y sobrepeso, mayor tensión. Y en el caso de fumadores y consumidores habituales de bebidas alcohólicas también existe riesgo de aumentar la tensión notablemente ya que ambos son vasoconstrictores y estrechan las arterias haciendo que la sangre ejerza más presión sobre ellas. El café, aumenta la tensión de forma temporal, aunque es menos nocivo que los dos anteriores.

Por otra parte, existen otros factores externos como la humedad y temperatura ambientales que también influyen en la presión arterial. Es más elevada en invierno o épocas de frío y disminuye notablemente en climas muy calurosos. La altitud también hace que aumente nuestra tensión, mientras que a nivel del mar baja y puede dar sensación de cansancio.